Desde que el niño cumple 4 ó 5 años, ingresa a un preescolar, siendo éste el lugar en el cual le enseñan poco a poco lo más elemental, como las vocales, escribir sus primeras palabras e incluso a deletrear. Más allá de eso, aprenden a cómo comportarse en un salón de clases e interrelacionarse con sus compañeros.
Desde entonces hasta la universidad hay un largo camino por recorrer, pero el éxito del niño será demostrado a través de las calificaciones o notas que obtenga a lo largo de su vida: éstas son medidas sujetas y proporcionales al conocimiento mostrado a sus maestros y profesores. En muchos casos puede ser subjetivo, pues hay personas a las cuales no se les da bien aprender de memoria pero en el fondo saben interpretar. En fin, las notas son un medidor de conocimiento, y por ello existen diferentes tipo de escalas según el nivel en el que se encuentre el estudiante.
La educación no es un juego, debe tomarse muy en serio, no sólo por los profesores, sino por parte de los padres y representantes, quienes son los encargados de encaminar al alumno en este largo camino que lo convertirá en un ser integral.
Escala de notas según la evaluación
La evaluación puede hacerse de distintas maneras, hay algunas más didácticas que otras que funcionan para confirmar que en efecto, el joven alumno ha aprendido sobre la materia, pero el objetivo principal siempre debe ser el aprendizaje.
Dependiendo del país, el método de evaluación es variable, puede ser numérico o con letras del alfabeto; mientras en algunos casos la tabla es del 01 al 20, siendo 01 deficiente o malo y 20 excelente, hay otros países donde la evaluación va del 01 al 100.
Asimismo ocurre por ejemplo en Estados Unidos, de la A hasta la F, siendo A la valoración excelente y F deficiente o malo; por lo general las personas que obtienen una mala nota o calificación deben someterse revisión, pues es probable que no haya logrado el objetivo de aprendizaje durante ese año escolar.
El joven reprobado, es decir, quien obtiene malas notas en la mayoría de las asignaciones en las distintas materias, tiende a repetir el año, para que tanto él como sus maestros, puedan asegurarse de que su aprendizaje es el adecuado.
La escuela básica y la secundaria son las bases donde está cimentado el futuro profesional del joven estudiante, todos los conocimientos adquiridos durante este periodo servirán de alguna manera para su vida diaria y para implementarlos en lo que será su carrera de vida.
Sin embargo, las notas no condicionan el futuro de un niño o niña, pues hay que ver cuáles son las fortalezas y las debilidades y reforzar sus habilidades, para orientarle de mejor manera a lo que puede ser un futuro brillante.
Entonces bien, siendo las notas escolares, una forma de medir el desempeño y el conocimiento, éstas ayudan tanto al maestro como al estudiantes a identificar su fuerte; esto le servirá para el futuro. Un alumno promedio tiene notas por encima de 10 en el caso de la tabla de medición del 1 al 20, y por encima de 50, en el caso del 100. Mientras que en la calificación literal, utilizada para las evaluaciones cualitativas, se le atribuye una C+.
Sin embargo, es importante no caer en el condicionamiento, ya que las notas no definen el éxito de un estudiante, quizás en la primaria o secundaria no fue el estudiante más destacado pero al emprender su camino y elegir una profesión en la que realmente tenga habilidades, probablemente sí destaque.
Los maestros y profesores están académicamente preparados para evaluar y ponderar a los alumnos, quienes a través de exámenes, exposiciones orales, presentaciones, maquetas y otro tipo de pruebas demuestran sus conocimientos, aunque en algunos casos puede ser simplemente el resultado del criterio personal de alguno de ellos.
Hay quienes asumen que las notas van ligadas a la inteligencia del niño y no a su desempeño, pero lo cierto es que van de la mano. Los resultados obtenidos luego de las evaluaciones solo pueden ser medidas a través de la calificación, pero yendo más allá de si es o no inteligente o si el coeficiente intelectual es elevado o no, la situación puede deberse a problemas de atención.
Es por ello que el niño, niña y los jóvenes estudiantes en general necesitan tener el apoyo de padres y profesores quienes deben estar atentos cuando las notas son bajas, pues el rendimiento del niño puede tener una razón oculta.
Algunos teóricos establecen que el sistema educativo consiste en la retroalimentación, donde los logros alcanzados por el alumno surgen como resultado del empeño del maestro en la enseñanza.
Que un maestro repruebe a todos sus alumnos no lo hace un mejor mentor, como tampoco lo es aquel que aprueba a todos sus alumnos; el secreto está en hacer que llegue el mensaje de manera tal que el alumno adquiera los conocimientos de manera efectiva, y por ende estos sean reflejados en sus notas a lo largo de su vida estudiantil y por supuesto, que sea capaz de ponerlos en práctica en la vida cotidiana.
